El tema central de este Blog es LA FILOSOFÍA DE LA CABAÑA y/o EL REGRESO A LA NATURALEZA o sobre la construcción de un "paradiso perduto" y encontrar un lugar en él. La experiencia de la quietud silenciosa en la contemplación y la conexión entre el corazón y la tierra. La cabaña como objeto y método de pensamiento. Una cabaña para aprender a vivir de nuevo, y como ejemplo de que otras maneras de vivir son posibles sobre la tierra.

sábado, 30 de abril de 2011

El outsider Eugene Von Bruenchenhein en la burbuja de su cabaña






Eugene Von Bruenchenhein (Wisconsin, 1910-1983) trabajó la mayor parte de su vida en una panadería, aunque su verdadero deseo habría sido dedicarse a la creación artística.

Sin embargo, no consiguió que le reconocieran como artista y tan sólo después de su muerte hemos empezado a interesarnos por el extraño mundo que recreó en sus pinturas, por las fotos estilo pin-up que realizó a su mujer y por otras extravagancias como sus esculturas con huesos de pollo. A pesar de la falta de apoyo de su entorno él nunca dudó de su talento y vivió aislado en una burbuja compartida con su esposa Marie, una burbuja donde la creación ocupaba un lugar importante y alcanzaba cada rincón de su pequeña casa.



A Marie la retrató en multitud de fotografías eróticas en las que ella posaba adornada con bisutería barata o improvisada, por ejemplo adornos navideños. Muchas de las primeras imágenes en blanco y negro fueron coloreadas por Von Bruenchenhein, son las que tienen un halo más turbador. Quizás lo que inquieta en las imágenes es el acceso al universo de la pareja, donde se adivina la ingenuidad de la modelo y su fe en el arte de su marido, reflejada en miles de imágenes que dejaron de ser privadas cuando ya ninguno de los dos esperaba ningún reconocimiento.

Las pinturas de Eugene Von Bruenchenhein son también exuberantes. No se conforma con una gama de colores sino que intenta abarcar todo el espectro en cada uno de sus cuadros. Aplica el óleo con las manos y lo hace resbalar para crear efectos orgánicos en la representación de criaturas marinas, paisajes fantásticos o explosiones nucleares (a partir de los años 50 se obsesionó con la Guerra Fría).

 





The artist's home, 1983, from Eugene Von Bruenchenhein: Obsessive Visionary, John Michael Kohler Arts Center, Wisconsin, 1988.

Las fotos de la casa de Eugene Von Bruenchenhein proceden de stoppingoffplace
Las esculturas con huesos de pollo han sido tomadas del libro Outsider Art Source Book
Su retrato de la web oficial, de donde también se ha tomado la imagen de su pintura.
Las fotografías de Marie son del libro de John Maizels Raw Creation y de hesitationwaltz


jueves, 28 de abril de 2011

En busca del silencio

(...) En vía de extinción, el silencio es ya una rareza que pocos ambientalistas han volteado a mirar. En puntas de pie, la autora de este texto acompaña a Gordon Hempton en su fantástica tarea de hallar los espacios que aún sobreviven a la imparable expansión de los sonidos humanos.

En busca del silencio

(...) “El silencio es como arena que limpia”, me dice. “Cuando estás calmado, el silencio vuela hacia tu mente y empieza a borrar todo lo que no es importante”. Lo que queda entonces es lo que es real: conciencia en estado puro, y también las preguntas más profundas.

Años atrás Gordon era un estudiante de botánica en Winsconsin. Una vez iba en su automóvil regresando de la Costa Oeste, cayó la noche y decidió parar a dormir en un campo de maíz en Iowa. Acostado en la tierra, escuchó a los grillos haciendo crujidos como de violín, y a los tallos de maíz rascándose contra sus hojas. Oyó un trueno retumbar. Los grillos y el maíz se callaron. Cayó la lluvia. Empezó a escuchar cómo las gotas de agua penetraban el suelo y cómo el granizo sacudía los tallos. Más tarde el trueno volvió a sonar, solo que más lejos, y los grillos volvieron a cantar.

¿Cómo era posible que antes él no hubiera oído, realmente oído, los sonidos de la tierra? Desde esa noche en adelante sintió que no quería hacer nada más que escuchar. ¿Cómo debía vivir su vida? “Lo que viniera para mí”, me contó, “tenía que estar a la altura de la honestidad de aquella noche” (...)

Kathleen Dean Moore. El Malpensante.com








 Fotografía kobreguide.comhttp://www.soundtracker.com/

lunes, 18 de abril de 2011

La cabaña de Annie Dillard

Une vie d'écriture


L’amour des Maytree m’a donné envie de pénétrer davantage dans l’œuvre d’Annie Dillard, romancière, poète, essayiste (née en 1945 à Pittsburgh, Pennsylvanie). En vivant, en écrivant (The Writing Life, 1989, traduit de l’américain par Brice Matthieussent ) introduit en une centaine de pages au cœur d’une vie vouée à l’écriture. « Non-fiction narrative », précise l’écrivaine sur son site, son genre de prédilection.

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Annie Dillard © life.com

« En écrivant, tu déploies une ligne de mots. Cette ligne de mots est un pic de mineur, un ciseau de sculpteur, une sonde de chirurgien. Tu manies ton outil et il fraie un chemin que tu suis. » Ainsi débute le premier chapitre, où Dillard décrit l’écrivain au travail, toujours à l’aide d’images concrètes, comme il sied à cette activité manuelle. Une journée d’écriture, c’est physique : monter à l’étage, entrer dans un bureau, ouvrir les fenêtres, se servir de café, et puis lancer l’engrenage.

Ecrire un livre prend entre deux et dix ans, en général, sauf à considérer les cas hors norme. Le temps d’écrire, le temps de peaufiner une œuvre. Difficile à comprendre pour qui préfère la vie au mot écrit, les sensations que procure la télévision ou le cinéma. « Pourquoi préférerait-on un livre plutôt que de regarder des géants évoluer sur un écran ? Parce qu’un livre est parfois de la littérature. C’est une chose subtile – une pauvre chose, mais qui nous appartient. »

Annie Dillard raconte ses bureaux : à Cape Cod, une cabane en pin de trois mètres sur trois et demi, sans vue – « Il faut éviter les lieux de travail séduisants. On a besoin d’une pièce sans vue, pour que l’imagination puisse s’allier au souvenir dans l’obscurité. » Elle se souvient du cabinet de lecture individuel dont elle disposait dans la bibliothèque de l’Université de Hollins, en Virginie, pour écrire la seconde moitié de son fameux Pèlerinage à Tinker Creek. L’auteur s’intéresse aussi à l’emploi du temps « qui protège du chaos et du caprice », « filet pour attraper les jours. »

Annie Dillard a écrit tout un temps « sur une île lointaine » du détroit de Haro, « à quelques encâblures des îles canadiennes », où elle a appris à couper du bois elle-même pour se réchauffer (difficilement). En vivant, en écrivant décrit les aspects concrets de la vie d’écrivain abondent dans . « Si tu aimes la métaphysique, passe ton chemin », lance-t-elle au lecteur. Problèmes de bouilloire, observation d’une phalène, dosage du café, apprivoisement d’une machine à écrire, cela importe aussi pour que la « vision » devienne phrase, page, œuvre.

Parmi les écrivains cités à propos de l’écriture, il y a Thoreau : « Poursuis, reste avec, encercle encore et toujours ta vie… Connais ton os personnel : ronge-le, enfouis-le, déterre-le et ronge-le encore. » Un étudiant aborde un jour un écrivain connu : « Pensez-vous que je sois un écrivain ? » – « Eh bien, répondit l’écrivain, je ne sais pas… Aimez-vous les phrases ? » Le poète aime la poésie, le romancier le roman, et non « le rôle du poète, sa propre image en chapeau » ! Comme le peintre, l’écrivain aime toute la palette des matériaux qu’il utilise. Gauguin, Tolstoï « apprirent leur champ, puis ils l’aimèrent. »

Pourquoi écrire, pourquoi lire ? Annie Dillard explique sans prétention ce à quoi elle consacre sa vie. Pas de théorie, du vécu, du concret, beaucoup de simplicité, de puissantes métaphores, un point de vue original loin des sentiers battus. Et pour ceux que le dessin d’une ligne de mots ne passionne pas a priori, il reste un dernier chapitre époustouflant, largement inspiré par Dave Rahm, pilote acrobatique – « L’air était un fluide, et Rahm une anguille ». Annie Dillard l’a admiré lors d’une fête aérienne en 1975, puis elle a pu voler et frôler des montagnes avec lui. Ses arabesques dans le ciel ont à voir avec l’expérience de la beauté, de la création, de l’art : « Admire ce monde qui jamais ne te boude - comme tu admirerais un adversaire, sans le quitter des yeux ni t’éloigner de lui. »
Fuente: http://textespretextes.blogs.lalibre.be/archive/2011/01/19/une-vie-d-ecriture.html

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Biografia abreviada de Annie Dillard
Escritora estadounidense

Nació el 30 de abril de 1945 en Pittsburgh, Pennsylvania. Se graduó en 1968 en Literatura Inglesa con una tesis sobre Thoreau, el autor de Walden o la vida en los bosques. Contrajo matrimonio con su profesor de escritura creativa cuando estudiaba Literatura y Teología en el Colegio Hollins en Virginia. A lo largo de los años se ha divorciado y vuelto a casar en varias ocasiones. Tras un ataque de neumonía en 1971, residió durante algún tiempo en Tinker Creek, un lugar rodeado de bosques. El diario de sus experiencias se convirtió en Pilgrim at Tinker Creek, por el que recibió el premio Pulitzer en 1975. Un libro con referencias cristianas, budistas, sufistas, hasidíes o esquimales. Ha escrito numerosos libros de ficción, de poesía y de crítica literaria como Living by Fiction. Profesora en el Wesleyana College de Middletown, Connecticut.

 


(Páginas mostradas con permiso de Taller Escritura Fuentetaja. Derechos de autor.)




lunes, 11 de abril de 2011

La cabaña de Sleepy John Estes a ritmo de blues




Sleepy John Estes during an October, 1969, recording session in Memphis.


Sleepy John Estes

Sleepy John Estes fue un guitarrista y cantante de blues, nacido en Ripley, Tennessee, el 25 de enero de 1899 (aunque algunos autores lo cifran en el mismo día de 1904), y fallecido en Brownsville, Tennessee, el 5 de junio de 1977.

Historial

Aprendió a tocar la guitarra desde niño, con una instrumento de fabricación casera, construido por su padre. Adquirió el sobrenombre de Sleepy (somnoliento) a raiz de la pérdida de un ojo, en 1914, época en que se profesionalizó y trasladó a Brownsville. En 1919 formó su propia banda y, poco después, se unió al armonicista Hammie Nixon, que llegó a ser yerno suyo, y con el que permaneció hasta su muerte. Durante un tiempo estuvo con ellos Sonny Boy Williamson I (John Lee). En su banda estuvieron, también, los guitarristas James Rachell, Charlie Pickett o Son Bonds.

La crítica bautizó el estilo de Estes y los suyos, como Escuela de Brownsville, que obtuvo una gran popularidad, lo que le permitió grabar un gran número de discos. En 1949, perdió totalmente la vista, lo que le obligó a asentarse en Memphis, donde llegó a vivir míseramente en una cabaña sin luz ni agua. El bluesman Big Joe Williams fue el impulsor de su redescubrimiento, a partir del cual ya no dejó de actuar y grabar para sellos como Folkways, Vanguard o Storyville, además de actuar en los Festivales de blues más importantes de Europa y el mundo. A pesar de ello, y de que adquirió una casa nueva, continuó viviendo habitualmente en su cabaña sin cristales, hasta que, una noche de 1977, murió de frío.

Estilo

Estes fue, sobre todo, un gran poeta, y muchos de sus temas han sido versioneados por músicos como Muddy Waters, Eric Clapton o Elvis Presley. Su aportación fue decisiva para la conformación del blues de Chicago, aunque nunca estuvo mucho tiempo en esa ciudad. Poseía un original timbre de voz, desfallecido, con cadencia entrecortada y fraseo lleno de humor. Su música, aunque evolucionó con el tiempo, siempre mantuvo un toque rural, en el que contribuyó la forma de tocar la armónica de Nixon, que rechazó la técnica de la segunda posición (que se convirtió en habitual entre los bluesmen modernos). Precisamente, el duo armónica-guitarra de Estes y Nixon fue el pionero de este tipo de formaciones.


Memphis Piano Red and Mike Stewart (Backwards Sam Firk) visit Sleepy John & family at home in Brownsville, Tennessee.


Casa de Sleepy John Estes, Brownsville, TN


domingo, 10 de abril de 2011

La cabaña del poeta John Haines en Alaska


John Haines en 1996

Illustration de Vingt-cinq ans de solitude
 John Haines (1924-2011)

Born in Norfolk, Virginia, in 1924, John Haines studied at the National Art School, the American University, and the Hans Hoffmann School of Fine Art. The author of more than ten collections of poetry, his works include For the Century's End: Poems 1990 — 1999 (University of Washington Press, 2001); At the End of This Summer: Poems 1948-1954 (Copper Canyon Press, 1997); The Owl in the Mask of the Dreamer (1993); and New Poems 1980-88 (1990), for which he received both the Lenore Marshall Poetry Prize and the Western States Book Award.

He also published a book of essays entitled Fables and Distances: New and Selected Essays (1996), and a memoir, The Stars, the Snow, the Fire: Twenty-five Years in the Northern Wilderness (1989).

Haines spent more than twenty years homesteading in Alaska, and taught at Ohio University, George Washington University, and the University of Cincinnati. Named a Fellow by The Academy of American Poets in 1997, his other honors included the Alaska Governor's Award for Excellence in the Arts, two Guggenheim Fellowships, an Amy Lowell Travelling Fellowship, a National Endowment for the Arts Fellowship, and a Lifetime Achievement Award from the Library of Congress.

John Haines died on March 2, 2011 in Fairbanks, Alaska.

Christianne Balk, Tom Sexton, Robert Davis, John Haines, Nora Marks Dauenhauer, John Morgan, and William Wadsworth at the 1990 Alaskan Poetry Festival in Fairbanks



FAIRBANKS UNDER THE SOLSTICE

Slowly, without sun, the day sinks
toward the close of December.
It is minus sixty degrees.

Over the sleeping house a dense
fog rises-smoke from banked fires,
and the snowy breath of an abyss
through which the cold town
is perceptibly falling.

As if Death were a voice made visible,
with the power of illumination…

Now, in the white shadow
of those streets, ghostly newsboys
make their rounds, delivering
to the homes of those
who have died of the frost
word of the resurrection of Silence.



Ma cabane en Alaska

(...) Il fallait un certain courage à un Virginien de 20 ans pour s'installer, juste après la guerre, dans une cabane perdue sur le cercle arctique en Alaska. Il fallait surtout un talent poétique hors du commun pour restituer le quart de siècle de solitude passé là-haut, entre élans et gloutons. John Haines, c'est Jack London au temps de Richard Nixon. Un homme qui pèse chaque mot avec l'économie de celui à qui il ne reste plus qu'une allumette pour allumer le feu de la dernière chance, seul dans la nuit polaire.

Aussi éloigné du prêche écologique que des récits épiques de combat à mains nues avec un grizzly, John Haines restitue son quotidien à Richardson, Alaska. Couper du bois, tracer une piste, piéger une martre, dépecer un élan, faire ses réserves de saumon: très vite, les saisons, la neige, le feu et les étoiles scandent son existence de pionnier moderne. Le temps s'étire, la pensée vagabonde au gré des méandres de la Tanana River et bientôt un panthéisme sauvage l'envahit. «Pendant un long moment, ce fut comme si je faisais partie intégrante de ce paysage avec ses îlots noirs et hirsutes, et ses pâles barres de sable, comme si rien ne me séparait de cette eau cuivrée, luisante, qui serpentait en s'assombrissant, ni de cette contrée lointaine qu'est la nuit.» Et voilà comment on finit par dialoguer, le plus naturellement du monde, avec un porc-épic... A cette vie réduite à ses besoins les plus élémentaires répond une écriture simple et poétique, qui pourra dérouter les assoiffés d'action. L'immensité neigeuse et solitaire rend en effet dérisoires les névroses de l'Amérique moderne comme les effets de style trop voyants. John Haines ou l'univers vu à travers la fenêtre d'une cabane alaskane.

Vingt-cinq ans de solitude s'inscrit dans la grande tradition américaine du Nature Writing...
Fuente: (lexpress.fr/culture)


Poem of the Forgotten


I came to this place
a young man green and lonely.

Well quit of the world,
I framed a house of moss and timber,
called it a home,
and sat in the warm evenings
singing to myself as a man sings
when he knows there is
no one to hear.

I made my bed under the shadow
of leaves, and awoke
in the first snow of autumn,
filled with silence.

–By John Haines





John Haines en 2010 (un año antes de su muerte) en la cabaña que construyó en 160 acres al sureste de Fairbanks, Alaska.


sábado, 9 de abril de 2011

¿Qué es el Zen?


Secuencia del film "13 Lakes" del cineasta James Benning, una de las figuras capitales del cine contemporáneo.


Secuencia del film "Ten skies" (James Benning, 2004).

jueves, 7 de abril de 2011

Jim Harrison y su refugio en el bosque

Extrait de 50 ans d'écrivains américains (1945 - 1994), édité par les Libraires "L'Œil de la Lettre"
Jim Harrison est souvent perçu comme le chantre des "grands espaces" américains, grâce auxquels l'homme peut rompre avec la société et où la nature fait souvent œuvre de rédemption. On retrouve là une dimension mythique traditionnelle, mais Jim Harrison est toujours resté aux prises avec la réalité de la société américaine contemporaine et son œuvre est souvent placée sous le signe du conflit éternel entre nature et société.



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El exterior de la casa de Jim Harrison.



Biographie Jim Harrison:


1937  Naissance de Jim Harrison le 11 décembre dans le Nord du Michigan, ville de Grayling. Sa mère est d'origine suédoise. Son père est agent agricole, spécialisé dans la conservation des sols.Dans leur famille, cinq enfants.

Lorsqu'il a trois ans, sa famille emménage dans la ville de Reed City (Michigan)

1945  Il a 8 ans, son œil gauche est accidentellement crevé lors de jeux avec une petite fille.

1953  Il a 16 ans, il décide de devenir écrivain "de part mes convictions romantiques et le profond ennui ressenti face au mode de vie bourgeois et middle class".

1953  Il quitte le Michigan pour vivre la grande aventure à Boston et New York (lire WOLF, Mémoires Fictifs)

1960  Il épouse Linda King, à l'âge de 23 ans. Ils sont encore mariés aujourd'hui, et ont eu deux filles, Jamie et Anna.

1960  Il rencontre Thomas Mc Gane la même année sur les bancs de la Fac.

1960  Il obtient sa Licence de Lettres.

1962  Son père et sa soeur Judith décèdent dans un accident automobile.

1965  Il publie son premier recueil de poésie "PLAIN CHANT", ainsi que son master de littérature : "

1965 et 1966  Il est engagé comme assistant d'anglais à l'Université de Stony Brook dans l'état de New York. Il renonce à sa carrière universitaire rapidement.

Pour élever ses filles, il rédige des articles de journaux, des scénarios, en même temps que sont publiés ses premiers romans et ses recueils de poèmes.

1967  Retour de la famille (Linda, Jim, et leur fille Jamie) dans le Michigan, où ils s'installent dans une ferme à Lake Leelanau.

1971  Publication de Wolf et de Oulyers and Ghazals

1973  Publication d'Un bon jour pour mourir

1975  Publication de Farmer

Peu après, il rencontre Jack Nicholson, que Thomas Mc Guane, qui travaille à l'écriture de scénarios pour Hollywood, lui présente. Jack Nicholson devient l'ami de Jim Harrison et lui prête l'argent suffisant pour qu'il puisse nourrir sa famille tout en passant du temps à écrire.

1978-1979  Ce sera l'écriture de LEGENDES D'AUTOMNE, son premier grand succès littéraire.

Suivront ses œuvres : Sorcier, Faux Soleil, Dalva...dont vous trouverez la liste complète sur ce site dans la rubrique "OEUVRES".

Et sa collaboration à l'écriture de scénarios hollywoodiens... Ainsi :

vers 1988   Avec Thomas Mc Guane, il écrit le scénario du film Cold Feet, que réalisera Robert Dornhelms en 1989 (acteurs : Tom Waits, Keith Carradine). Le film n'a jamais été diffusé en France.

vers 1989   Avec Jeffrey Fiskin, il adapte sa nouvelle UNE VENGEANCE qui sera réalisée par Tony Scott (acteurs Kevin Kostner, Anthony Quinn et Madeleine Stowe).

vers 1992/1993   Avec Wesley Strick, il écrit le scénario de Wolf, qui sera réalisé par Mike Nichols en 1994 (acteurs Jack Nicholson et Michelle Pfeiffer).

vers 1996   Lors d'une visite à Saint Malo pour le FESTIVAL DES ETONNANTS VOYAGEURS, il décide d'interrompre ses collaborations à chaque fois déprimantes et frustrantes avec Hollywood, et de se retirer quelques temps (dans sa cabane non loin du Lac Supérieur) pour écrire une suite à Dalva. Ce sera "La route du retour".

2000   Aujourd'hui, Jim Harrison travaille avec sa fille Jamie à l'adaptation cinématographique, pour Jack Nicholson, de sa nouvelle "LA BETE QUE DIEU OUBLIA D'INVENTER", qu'on peut lire dans son dernier recueil de nouvelles "En route vers l'Ouest".

Il parle également d'écrire ses mémoires... projet qui ferait s'exclamer sa fille Jamie : "Oh please, Dad !!!... don't !!!"



Entrevista a Jim HARRISON/Andrea AGUILAR

"El dolor de no entender la Historia es evidente en América"

A los 14 años decidió ser escritor y se convirtió en narrador, poeta, guionista y gran juerguista. El autor de obras como Leyendas de pasión vuelve con un relato del Estados Unidos rural en Regreso a la tierra.


Deja propinas exageradas a las camareras que tienen buen culo. Su fama de gourmet es legendaria, su afición al vino notable y memorables han sido sus juergas, entre otros, con su amigo Jack Nicholson. Quienes le conocen bien dicen que Jim Harrison (Michigan, 1937) es más grande que la vida. Resulta difícil acotar la personalidad de este novelista, poeta y guionista estadounidense: escapa a las etiquetas y lleva más de cincuenta años empeñado en ello. La fama no ha cambiado esto. Le llegó con obras como Leyendas de pasión, Dalva y Un buen día para morir. Mucho antes, a los catorce decidió que quería ser escritor. Poco después de cumplir los veinte sacó su primer poemario. En total ha publicado más de treinta y cinco libros. En Francia es una celebridad y en Estados Unidos, una especie en extinción. Harrison va por libre.

En Regreso a la tierra (RBA) vuelve a demostrar que es un narrador nato. Lo suyo son historias río, llenas de afluentes y meandros, sagas en las que pasado y presente se entrecruzan, en las que la naturaleza, el paisaje, el legado indio y la historia de la América rural marcan la vida y la voz de sus personajes. En esta ocasión se trata de Donald, un hombre de cuarenta y cinco años, con sangre india, postrado por una esclerosis amiotrófica, que se prepara para morir; de su esposa Cynthia, a quien el amor salvó de una catastrófica y acaudalada infancia; de su cuñado David, un hombre culto que aún no ha logrado reconciliarse con su pasado, y del joven K, libre y valiente, alma gemela del enfermo. A través de sus voces, Harrison retoma una historia que arrancó en una novela anterior, True North, situada treinta años antes, para hablar, esta vez, de la muerte de un ser querido. La historia transcurre en la Península Norte de Minnesota, el lugar donde el escritor creció.

Hijo de un ingeniero agrícola y un ama de casa, Harrison era uno de cuatro hermanos. A los siete años perdió prácticamente la visión del ojo izquierdo cuando una niña le atacó con una botella. Como Clare, la hija de Donald en Regreso a la tierra, el escritor buscó refugio en el bosque. "¿Por qué no? El bosque es amigable cuando la civilización no lo es". Dice que siempre fue la oveja negra. Sus hermanos llegaron a ser decanos de universidad. Él a los dieciocho dejó las aulas y se marchó a Nueva York porque quería ser poeta. Sus lecturas adolescentes de Rimbaud habían despertado su vocación y un apetito voraz por la vida. "Cualquiera que estuviera un poco loco me gustaba. Era como un personaje de Bolaño, siempre excitado por cosas inapropiadas". Nunca fue a un taller de escritura. "Los odio. Aprender a escribir debe ser como un solo de música, algo largo y doloroso". Se casó a los veintidós años y empezó su primera novela. "El matrimonio me dio la cordura necesaria para escribir".

La conversación de Harrison arrolla con tanta fuerza como sus relatos. Apenas han transcurrido veinte minutos de entrevista, una mañana de finales de septiembre en el despacho de su casa en Livingstone al sur de Montana, a unos treinta kilómetros de Yellowstone Park y no cabe la menor duda al respecto. Puede que la ficción se cuele entre sus anécdotas, comentarios y bromas, pero el torrente de historias resulta irresistible. Evita hablar con detenimiento de sus libros. Harrison prefiere hablar de cómo los aeropuertos le recuerdan a las perreras -"somos como perros perdidos en esos sitios horribles"- y se declara un devoto admirador de la poesía de Antonio Machado -Machado freak-. Señala una foto pegada a la pared que Michael Ondaatje le envió cuando visitó el cuarto de la pensión de Collioure donde el poeta murió y confiesa que él fantasea con hallar la maleta perdida con sus últimos versos -"no creo que quien lo encontrase lo tirara"-. De ahí salta a los recuerdos de su último viaje a España: a los doscientos pinchos que probó en las barras de Barcelona; a su pasión declarada por Lorca, Guillén y Vallejo -"la poesía en español dominó el siglo XX"-; y al extraño encuentro con un barman de un hotel en Sevilla que resultó ser un compulsivo lector de poesía -"meses después me mandó una cinta con los poemas de Miguel Hernández recitados en español y en inglés", sonríe, "no me gustan las catedrales, prefiero los bares"-. El escritor encadena otro salto para explicar que su afición a la pesca con mosca fue lo que le trajo hasta Montana hace más de treinta y cinco años. Sin aparente pausa, más allá de las lentas caladas a un cigarrillo, remata la pirueta dialéctica en el jardín señalando con orgullo el huerto de su esposa: "Las heladas sólo han estropeado la albahaca".

Al fondo en una pequeña casita se encuentra el estudio donde el escritor trabaja. En un corcho están pegadas fotografías y postales, entre otros, de la poeta rusa Anna Ajmátova, de sus hijas y nietos, de Rimbaud, de un cazador matando a una osa y del indio Wowoka, que creó el baile de los fantasmas. También hay una imagen de Hemingway con Castro. Las comparaciones entre el autor de El viejo y el mar y Harrison han sido recurrentes. En principio, el escritor se muestra reacio a hablar de ello, pero la historia puede más. "Mi padre pescaba con el tío de Hemingway", cuenta. "Su prosa es a veces demasiado consciente: uno no debería cortar las piernas de un caballo para hacerlo entrar en su box. Soy más de Faulkner o Dos Passos". La caza, la pesca, los viajes, París y las mujeres parecen unirles. "A veces creo que él estaba ahí fuera como un turista, pero quizá se trate de un tema de lucha de clases, al fin y al cabo él creció en un suburbio de Chicago y yo en Minnesota. Aunque, eso sí, yo siempre conté con el apoyo de mis padres".

Frente a su mesa, Harrison necesita un muro en blanco. Quiere evitar distracciones. "Tengo un pequeño problema de fugas y a veces siento que mi cabeza no puede parar". Escribe cada mañana. Primero anota cuidadosas descripciones visuales. Luego llega el trance, la novela en sí. Siempre todo a mano. Joyce, su asistente desde hace treinta años, mecanografía el manuscrito y se lo envía según va avanzando. La tarea es intensa. Recientemente trabajó una escena de su próxima novela en la que un personaje era violentamente apedreado. Cuenta que se quedó abatido. "¿Cómo sales de tus personajes? He hablado con Nicholson de esto y admite que algunos personajes le costaron más. No es fácil, después de rodar Alguien voló sobre el nido del cuco, ¿cómo dejas de ser ese loco?".

Para Harrison, sus perros, la pesca, la caza y la cocina son temas de los que depende en buena medida su salud mental. Frente a un plato de exquisitas lentejas con chorizo, seguido de un rabo de toro, que él mismo ha preparado, habla de su amigo el chef Mario Batalli y de su pasión por los placeres terrenales. El alcohol y las drogas formaron parte de un oscuro pasado que supo dejar atrás. Sólo bebe por las tardes, un buen vino y un trago de vodka.

Entre plato y plato el escritor recuerda sus almuerzos con John Huston y Orson Welles. Tenían una broma recurrente para no pagar la cuenta que les llevó incluso a fingir un infarto. A Hollywood el escritor llegó para hacer dinero, pero su trabajo en la industria siempre le pareció decepcionante. Eso sí, le pagaron bien e hizo buenos amigos. Vivió en Londres con Nicholson, Huston y su hija Anjelica mientras se rodaba El resplandor. Iba cada domingo a las tertulias en casa del director Tony Richardson con Joan Didion y Christopher Isherwood. Cada año se iba de pesca a Key West y coincidía con el padre del Gonzo, Samuel Hunter Thompson. Rechazó los papeles que le ofrecieron como actor -"me negué a ser el marido cornudo en El cartero siempre llama dos veces"- y un buen día dijo adiós. "Me marché de Hollywood porque no me quería morir".

Los largos viajes en coche han sido otro importante analgésico para Harrison. Después de comer conduce su todoterreno por el apabullante paisaje que rodea su casa. "Es importante escribir sobre lo que realmente conoces. El paisaje y la gente están totalmente conectados", sostiene. Cruza ríos, sube montañas por las que pacen ciervos y en la esquina de una carretera secundaria señala un viejo saloon en el que pasó demasiado tiempo. "El dolor de no entender la Historia es muy evidente en América". ¿No es ésta la tierra donde empezar de cero? "Este país tiene un largo historial de intentos fallidos de reinventarse".
Articulo: http://www.elpais.com 24/10/2009

Emily Maguire fait la promotion de la Neutralité Climatique à partir de sa cabane en Australie rurale

L’auteur-compositeur d’origine britannique Emily Maguire a appris à lire la musique en même temps qu’elle apprenait ses premiers mots. Sa famille de possédait pas de télévision, mais lui a offert un enregistreur à l’âge de trois ans, des leçons de piano à quatre ans, un violoncelle à sept ans, et une flute lorsqu’elle a eu onze ans.
La cabane d’étain, de bois et de sacs de pommes de terre d’Emily Maguire


Vers l’âge de 25 ans, elle abandonna son appartement de Londres pour vivre dans sa ‘cabane d’étain, de bois et de sacs de pommes de terre’ dans un coin reculé d’Australie, cabane dans laquelle elle vit depuis.

Cette cabane qui lui a coûté environ 615€ pour la construction et l’ameublement, a été construite à partir de neuf troncs d’arbres, des murs constitués de sacs de pomme de terre, et de la tôle ondulée de 100 ans qui avait été utilisée pour le bureau de poste d’un village local. Les meubles sont soit artisanaux ou recyclé : La cheminée par exemple est faite à partir d’un baril d’essence d’environ 166 litres, et l’escalier en spirale a été fabriqué manuellement à partir d'un bois de 200 ans.


Emily s’est habituée à son nouveau mode de vie ‘faible en carbone’, et a appris à faire pousser des légumes bio et faire du fromage de chèvre. La vente de ses produits à permis le financement de son dernier album ‘Keep Walking’, qu’elle a lancé sous son propre label ‘Shaktu’. Même ses CD sont fabriqués sous l’étiquette Neutre en carbone.

Emily affirme que sa vie est influencée par Bach, Bob Marley et Buddha. Elle s’inspire encore fortement de la nature pour son travail, et à la forte conviction que chacun d’entre nous a un rôle à jouer dans le combat contre le changement climatique.

Ecoutez la chanson d’Emily Maguire ‘Keep Walking’ et regardez sa video ‘Real World’   (http://www.youtube.com/watch?v=9S3RIEwoqbo)



http://www.unep.org/climateneutral/Informations/Unemusiciennefaitlapromotion/tabid/674/language/fr-FR/Default.aspx
http://www.emilymaguire.com/htm/shaktu.htm

miércoles, 6 de abril de 2011

La Luna no se puede robar (Cuento zen)





Un Maestro Zen vivía la forma más simple de vida en un pequeña cabaña al pie de una montaña. Una noche, mientras estaba fuera, un ladrón entró a hurtadillas a la cabaña sólo para encontrar que no había nada para robar. El Maestro Zen volvió y lo encontró. "Has hecho un largo camino para visitarme", le dijo al extraño, "y no deberías regresar con las manos vacías. Por favor, toma mis ropas de regalo." El ladrón estaba asombrado, pero tomó las ropas y escapó. El Maestro se sentó desnudo, observando la luna. "Pobre hombre", murmuró. "Hubiera querido darle esta hermosa luna."

http://laescritoradeloscuentosdelalunaoscura.blogspot.com/2009_10_01_archive.html

lunes, 4 de abril de 2011

John Muir contemplando la belleza


"... Levantó la cabeza y contempló uno de los espectáculos más grandiosos que la naturaleza ofrece a los ojos del ser humano: una aurora boreal, de “suprema, serena y celestial belleza”. Sobrecogido por tanta belleza “regresé a mi cabaña, avivé el fuego, me calenté un poco y me preparé para ir a la cama, aunque demasiado feliz y rico en auroras como para dormirme.” Quien habla así es John Muir, sin duda uno de los más importantes e influyentes ambientalistas y defensor de la naturaleza de todos los tiempos...."


John Muir“Everybody needs beauty... places to play and pray in, where Nature may heal and cheer and give strength to body and soul alike,” wrote Muir (c. 1902).
photo on trail plaque hang nest Muir:



Biografía

A los once años emigra junto a su familia a los Estados Unidos, la tierra prometida para los europeos en busca de un futuro mejor, donde llega en 1849, instalándose en Wisconsin. El padre de Muir, autoritario, hace trabajar a su familia desde la salida hasta la puesta del sol. Con su hermano, cuando pueden dejar el arado, pasean por los campos y los prados, deteniéndose con curiosidad en la contemplación de un pajarillo o en la belleza de una flor.

En 1860, se matricula en la Universidad de Wisconsin, donde cursa durante dos años estudios de Química, Geología y Botánica. También desarrolla su faceta como inventor, y presenta algunos de sus inventos en la feria estatal de Madison, donde es galardonado con dos premios.

Desde los veinte años disfruta del contacto con la naturaleza y se aficiona a realizar largas marchas a pie por Wisconsin, Iowa, Illinois y Canadá (1863) . Empieza a realizar diferentes viajes de investigación por todo el país, con el objetivo de explorar las cumbres, valles y montañas, pero también para dar respuesta a la llamada de la naturaleza, que le atrae irremisiblemente.

En 1867, cuando trabajaba en un taller de carruajes, sufre un grave accidente en el ojo, que hace temer por su vida y su visión. Afortunadamente se recupera, pero este accidente le marca y supone un cambio en su vida, ya que a partir de ese momento Muir decide dar un cambio a su existencia y dedicarse a la conservación de la naturaleza. Realiza un largo viaje donde camina más de 1.800 km desde Indianápolis hasta el Golfo de México, de allí cruza hasta Cuba, regresa a Panamá, atraviesa el istmo de Centroamérica y toma un barco que por la costa oeste le lleva a San Francisco. En 1868 empieza sus exploraciones de California y Yosemite. A pesar de sus muchos viajes por todo el mundo, California y Sierra Nevada, serán siempre su lugar predilecto, su paraíso poseído. En 1870 descubre los glaciares de la Sierra Californiana, los explora y desarrolla su teoría sobre la glaciación del valle de Yosemite. Incapaz de alejarse de aquellas tierras, se instala a vivir en una cabaña en el valle de Yosemite, que es a menudo visitada por gentes atraídas por su fama que empieza a crecer.

En 1871 tiene su primer encuentro con Ralph Waldo Emerson, en Yosemite, donde vive durante años. En 1879 realiza su primer viaje a Alaska, donde descubre que la bahía que había impedido el paso al explorador George Vancouver en 1794, llamada Glacier Bay, estaba libre de hielos debido al retroceso del glaciar. Descubrió también el que luego se ha bautizado como glaciar Muir.

En 1880, contrae matrimonio con Louis Wanda Strentzel cuya familia poseía una gran propiedad en Martinez, en California, a donde se traslada la familia y nacen sus hijas Wanda y Helen. Con su suegro crea una explotación agrícola de fruta, obteniendo un gran éxito. A partir de entonces se suceden sus viajes por Alaska, América del Sur, África, Australia... El principal objetivo de sus viajes es siempre la investigación, especialmente de los glaciares, y el descubrimiento, pero su curiosidad natural le impulsa a fijarse en todo aquello que ve, desde las costumbres y modos de vida de los indios a los más variados fenómenos de la naturaleza.



John Burroughs (left) with John Muir (right)


http://www.esacademic.com/dic.nsf/eswiki/623569#Biograf.C3.ADa
http://personales.ya.com/muntanya/articles/muir.htm
http://www.sierraclub.org/john_muir_exhibit/pictures/photographs.aspx
http://faculty.deanza.edu/donahuemary/stories/storyReader$1692
http://www.yosemite.ca.us/john_muir_writings/the_life_and_letters_of_john_muir/
http://www.google.es/imgres?imgurl=http://www.yosemite.ca.us/john_muir_writings/the_life_and_letters_of_john_muir/images/muir_cabin.jpg&imgrefurl=http://www.yosemite.ca.us/john_muir_writings/the_life_and_letters_of_john_muir/the_life_and_letters_of_john_muir.pdf&usg=__teqDYdjuuHCqTfVqyKZuAJF9phM=&h=340&w=510&sz=67&hl=es&start=38&sig2=Cga2ML18TlukHSzY3DXXiw&zoom=1&tbnid=tcQUJ17l4uoc7M:&tbnh=116&tbnw=174&ei=OzeaTd-wFsOCOq3m_NgH&prev=/search%3Fq%3Djohn%2Bmuir%26um%3D1%26hl%3Des%26sa%3DX%26rlz%3D1T4SNYK_esES300ES300%26biw%3D1579%26bih%3D728%26tbm%3Disch0
http://www.smithsonianmag.com/multimedia/photos/?c=y&articleID=19827319&page=2

La Cabaña del Capitán Scott en la Antártida

El refugio del explorador británico está siendo preservado, a casi cien años de su expedición al Polo Sur.


La nieve se acumula afuera de la cabaña de la expedición Terra Nova del capitán Scott en el Cabo Evans en la Isla de Ross, Antártida, en esta foto tomada en agosto de 2006. A esta cápsula del tiempo de la exploración en la Antártida se le está dando un makeover para salvarla de la rigurosa meteorología polar. Durante casi un siglo, la choza de madera ha resistido algunas de las condiciones meteorológicas más extremas del mundo.


El capitán Robert Falcon Scott y sus compañeros Simpson, Bowers y Evans salen de la cabaña hacia las montañas del oeste el 15 de septiembre de 1911. El proyecto de renovación de 3,5 millones de libras, encabezado por la Fundación del Patrimonio Antártico, está restaurando poco a poco esta cabaña y otras tres en la zona para celebrar los 100 años desde que Scott llegó al Polo Sur.

La litera del capitán Scott. El refugio es hogar de 8.000 objetos que datan de la época heroica de la exploración antártica.


Zapatos y botas en exhibición. Las estufas de los exploradores, las luces, la ropa y la ropa de cama y los arneses para su equipo de perros permanecen donde los dejaron.


El cuarto oscuro, con los productos químicos todavía en los estantes. La cabaña, de 15 metros por 8, fue construida por Scott en Cabo Evans, como base para su última expedición polar. La construcción tomó sólo una semana.


El capitán Scott escribiendo en su guarida el 7 de octubre de 1911. Dos años después de haber construido la cabaña, Scott y sus cuatro compañeros llegaron al Polo Sur, aunque fueron aventajados en 35 días por el noruego Roald Amundsen y su grupo.

Otra vista del cuarto oscuro. Fue durante el viaje de regreso desde el Polo Sur cuando Scott y su equipo murieron de hambre y agotamiento en el riguroso medio ambiente antártico.

Un trineo para nieve contra la pared occidental. Nevadas recientes incrementaron la presión sobre la estructura de madera y entró el agua, dañando el equipamiento interno.


Harina, cacao, mostaza y sal. La cabaña todavía está llena de alimentos, incluyendo cacao Fry's y harina Colman's en perfecto estado de conservación, y bocados como carne picada en rodajas y latas de repollo hervido.


La mesa del comedor. Los científicos incluso descubrieron un bloque de manteca, aún refrigerado, en un saco afuera de la cabaña.


La caja de una lámpara "Homelight", con fecha de 1910. El refugio se ha convertido en un símbolo de algunas de las más inspiradoras y angustiosas historias asociadas con la historia polar y es considerada por muchos como el Santo Grial de la exploración antártica.


Un jabón "Sunlight" antes (arriba) y después del tratamiento de los científicos. Un laboratorio móvil ha sido construido para empezar a trabajar en la reparación y conservación de los objetos de la cabaña. Se espera que la cabaña estará totalmente preservada para el año 2014 para coincidir con una expedición del centenario que tendrá lugar entre 2010 y 2013.

FUENTE: The Daily Telegraph

http://www.taringa.net/posts/imagenes/4235231/_Viste-Esto_-La-Cabana-del-Capitan-Scott-en-la-Antartida.html


domingo, 3 de abril de 2011

Cabañas/Refugios insólitos

Read-Nest: Refugio para leer

refugio de madera con cama y libreria

Esta pequeña construcción prefabricada de madera apenas tiene 10m2, se encuentra en el jardín del cliente y su función principal es la de servir como refugio para la lectura. Se hizo en taller y luego fue trasladada al sitio, pero puede volver a ubicarse en otro lugar, es una de las grandes ventajas de estas estructuras.

El exterior de la cabaña está revestido de láminas de madera aceitada, y la cubierta es escalonada con un primer nivel inclinado y un lucernario oculto en el plano más alto. La ventana de la fachada se puede abatir completamente, protegiendo el hueco de la lluvias a la vez que se está sentado en su interior.
interior refugio de madera con estanterías

Dentro hay espacio para unas amplias estanterías de abedul, una cama plegable bajo el lucernario, y una mesa delante de la ventana con una silla, no hace falta nada más! Llama la atención el parecido formal de este refugio con el recientemente premiado por el jurado en Concurso SketchUp, no estamos diciendo que sean iguales pero pudiera ser que el autor ya conociera este proyecto de Dorte Mandrup Arkitekter, que además son también daneses.
ventana abatible
Fotos de Torben Eskerod y Thomas Mandrup-Poulsen. Visto en Wallpaper.


Cabaña Catskills: una versión romántica del refugio

reforma-refugio-victoriano

En una propiedad de 5,7 hectáreas de las montañas Catskill (Estado de Nueva York) se encuentra esta joya de refugio en forma de cabaña victoriana, algo insólito en los tiempo que corren, pero que tiene su historia. Con un tamaño de 14×9 pies (4,27×2,74m), sin cocina y sin baño, sirve como espacio de retiro para la señora Foster, habiendo sido ella misma la encargada de su reparación/ampliación, por tan sólo unos $3.000.

La cabaña tenía originalmente unas dimensiones de 9 por 10 pies, con techo a dos aguas, cinco pequeñas ventanas y un loft (altillo) para dormir arriba, más un pequeño porche. Sandy Foster comenzó a trabajar en ella en julio de 2009 quitando algo de la parte delantera con el fin de ampliar el porche con tres columnillas que compró por $60 cada una. Algo similar se hizo con las ventanas, colocó también una repisa de madera de un anticuario, un sofá de mimbre de IKEA que rellenó con cojines y fundas, mientras que el armario del fondo con la porcelana se construyó con maderas viejas y puertas francesas encontradas en un rastrillo.

detalle-entrada-refugio-victoriano

Probablemente para muchas personas un refugio de este tipo le recuerde más a un trasto viejo e inservible, pero en realidad es una construcción romántica en madera impregnada de recuerdos y con un acabado de pintura cuarteada.

reforma-refugio-victoriano-2
Fotos de The New York Times. Visto en The Tiny Life.