Cada miembro de la comunidad debe invertir 42 horas semanales en trabajo, destinado al beneficio colectivo. Esa cantidad de horas pueden invertirse en tareas diversas que van desde el cuidado de los niños hasta el ordeñe de vacas, labores de jardinería, cocina o las actividades generadoras de ingresos.
“No tenemos una religión oficial; nuestras creencias son diversas. No tenemos un líder central, nos autogobernamos por una forma de democracia con responsabilidad compartida entre los distintos administradores, planificadores, y comités”, dice el portal de presentación de su sitio web, donde explican y promueven el sistema de vida que practican desde 1967.
De acuerdo con lo descrito en el portal muchos de sus miembros sostienen actividades políticas en ámbitos relacionados a cuestiones de paz, la ecología, el antirracismo y el feminismo.
Cada verano son los anfitriones de un Encuentro de la Mujer y una Conferencia de Comunidades, donde se recibe y se establecen intercambios con comunitaristas con experiencia, y dan la bienvenida a aquellos que se incorporan a la vida colectiva.
La experiencia cobra popularidad
“Debido a la crisis sistémica que sufre Estados Unidos, el modo de vida de Twin Oaks se ha hecho muy popular”, observa una de sus habitantes en una entrevista televisiva. Todas las casas de la comunidad se encuentran ocupadas y existe una larga lista de espera para ingresar a la vida colectiva.
La comunidad abre sus puertas los sábados y permite la visita de aquellos que estén interesados en conocer la experiencia. Un guía acompaña el recorrido y ofrece datos sobre la historia, la cultura y la filosofía de Twin Oaks.
Contacto: www.twinoaks.org
No hay comentarios:
Publicar un comentario