Faro de la Mola |
¿En qué lugar?
¿Era Formentera? Lo recuerdo. Eras difusamente joven y a pesar de que tus ancestros cabalgaban silenciosamente en tu memoria solo tenías 17 años. Desde lejos el aire traía los sones distorsionados de la banda californiana del momento Creedence Clearwater Revival. La vida era un impulso que revoloteaba como una avispa buscando el néctar, mientras tú estabas sentado en una metálica silla verde de una metálica mesa verde de la terraza de aquel bar cerca del acantilado.
Empezaste a caminar al compás de -Blowin' in the Wind- por la carretera que finalizaba en el acantilado del faro de la Mola con los pies desnudos y deseoso de encontrar la fusión de la arena, el cuero, el sudor, la piel, el sol y tu química cerebral desparramarse en múltiples destellos por el universo.
Al final de la carretera, y a tus pies, hallaste la inmensidad azul del Mediterráneo pero también hallaste, sin buscarlo, la inconmensurable incertidumbre de tu propio futuro en el horizonte.
Gus Cierzo
(18/5/14)
(18/5/14)
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