Jack London
Jack London, probablemente nacido como John Griffith Chaney (12 de enero de 1876 – 22 de noviembre de 1916),[1] [2] [3] fue un escritor estadounidense, autor de Colmillo Blanco, The Call of the Wild (traducida en español como La llamada de lo salvaje y La llamada de la selva), y otros cincuenta libros.
John Griffith London nació en San Francisco en 1876.
Era hijo de un astrólogo ambulante, al que no conoció, y su madre era espiritista, se casó con John London unos meses después del nacimiento del niño- de quien el escritor tomó el apellido.
Realizó estudios secundarios mientras trabajaba. Realizó diversos oficios, incluso fue marino.
En 1897 viajó a Alaska.
De regreso a su ciudad natal, comenzó a escribir los relatos de sus viajes.
En 1900 publicó "El hijo del lobo" que fue muy bien acogido por el público. Escribió más de medio centenar de obras.
También fue corresponsal de guerra.
Su vida fue azarosa, llena de contradicciones, agitador político, dado al alcoholismo, con fracaso en sus dos matrimonios.
Jack London se suicidó a los 40 años.
Jack London
El verdadero nombre de Jack London era el de John Griffith London. Nació en San Francisco en 1876 y murió el año 1916 de suicidio en su rancho de Glen Ellen en California. A partir de los 17 años llevó una vida aventurera, siendo marinero, vagabundo, buscador de oro en Alaska, cazador de focas, estudiante y corresponsal de guerra.
Escribió novelas de diferentes géneros, logrando en 1903 su primer gran éxito con la novela La llamada de la selva. En ese mismo año escribió un libro de contenido político, El pueblo del abismo, acerca de las miserias sociales de la época. De 1904 es un reportaje sobre la guerra ruso-japonesa, a la que siguieron otras dos novelas de aventuras, El lobo de mar (1904) y Colmillo blanco (1906) seguramente su novela más conocida por sus adaptaciones al cine.
calle (1907), Martin Eden (1909) y John Barlweycorn (1913), de carácter autobiográfico, y una gran cantidad de cuentos en los que consigue las páginas más logradas. Su obra, de una enorme eficacia narrativa, refleja una ideología confusa en la que se codean el socialismo y el racismo. En 1913, sus novelas habían sido traducidas a once idiomas y London se había convertido en uno de los escritores más populares y mejor pagados. Incapaz de asumir su éxito, con su cuerpo y su mente minados por el alcohol se suicidió tres años más tarde.
La vida de Jack London fue como una de sus novelas. Muchas de sus novelas tienen caracter autobiográfico. Pero no se describe a sí mismo sino también quien hubiera querido ser. Gran parte de sus obras se publicaron en la prensa de EE.UU., al margen de su trabajo como reportero en la guerra ruso-japonesa. Sus mejores obras se desarrollan en dos zonas geográficas contrapuestas: en Alaska y los mares del sur. Su obra centrada en la fiebre del oro en Alaska obtuvo un éxito inmediato convirtiéndose en el escritor de moda.
London conocía esos ambientes que narraba de primera mano. No solo por afán de aventura sino también por la necesidad de supervivencia. Ser buscador de oro o buscador de perlas puede resultar ensoñador, pero esa visión épica y sublime de quienes no vivieron la experiencia contrasta con la visión amarga y salvaje de Jack London. La experiencia es dura cuando es necesaria para alimentarse. Su riqueza no le vino de encontrar oro ni perlas sino por contar lo que les ocurría a los que lo buscaban y no lo encontraban jamás.
Políticamente, los sentimientos de Jack London se decantaron desde muy joven por el naciente proletariado industrial y su lucha, pero intelectualmente participaba de premisas ideológicas ajenas al marxismo, cuando no contrapuestas. Era racista, pero ese racismo era común en su época y a veces ese racismo se traslada a su obra.
La fama le perjudicó, le resultaba incómodo su papel de triunfador en la vida. Sus matrimonios fracasaban, se minaba la salud con el alcohol que lo estaba enloqueciendo. Dilapidaba su fortuna y fracasaban sus sueños personales y colectivos. Su legado fue su obra literaria, abundantísima y con clásicos que se reeditan constantemente. En los relatos breves es donde se aprecia con más relieve la talla de escritor de Jack London. Las recopilaciones de los Mares del Sur y de la serie del Gran Norte, son tan famosas como sus novelas más conocidas.
"Esta es la vieja cabaña de Jack London que fué construida en el Yukón ( Alaska ) durante la fiebre del oro en 1897. La razón por la que se sabe que es su cabaña es que sobre el cielorraso hay notas manuscritas de Jack London que fueron certificadas por un períto calígrafo. La cabaña estaba cubierta con pasto en su techo para conservar el calor. La cabaña se encontraba al lado del "Salón de la Primera y la Última Oportunidad de Heinold"
Esta foto de Jack London Museum es cortesía de TripAdvisor |
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