martes, 28 de diciembre de 2010

El molino de Louis Aragon

Casa museo, casa libro

..."La casa, aún más que el paisaje, es un estado de ánimo". Esta frase del filósofo Gaston Bachelard nos recuerda que las casas de escritores no sólo están arraigadas en la realidad --una región, una época, unos muebles, unos objetos personales-- sino en nuestra imaginación, nuestra cultura y nuestra memoria. Pequeña vuelta a Francia a través de diez casas...



La ruta histórica de las casas de escritores transcurre de Normandía a Ile-de-France. La puntúan doce etapas, como el castillo de Michelet, la dacha de Tourgueniev, o el Valle de los Lobos de Chateaubriand. En 1951, Louis Aragon compró el molino de Villeneuve, en Saint-Arnoult-en-Yvelines, para regalarle "un trozo de tierra francesa" a su esposa, la novelista de origen ruso Elsa Triolet.

Los dos escritores compaginaron el acondicionamiento de la propiedad con sus obras. Están enterrados en el parque, uno junto a otro. El tiempo parece haberse detenido: la casa, magníficamente restaurada, está tal y como la dejara Aragon al morir, con su cocina de azulejos azules, su gran mesa de madera, su molino de agua y sus miles de libros. Programas culturales abiertos a un amplio público incluyen ciclos de conferencias sobre Elsa Triolet y Aragon, encuentros, exposiciones de jóvenes creadores así como de pintores ligados a los dos artistas.

http://www.tyhturismo.com/data/destinos/francia/casas_Escrit.htm


  Louis Aragon y Elsa Triolet


Una de las parejas literarias más famosas del medio intelectual francés de este siglo, la de Louis Aragon (1897-1982) y Elsa Triolet (1896-1970), eligió como lugar de descanso para sus ajetreos políticos y culturales (Aragon fue un comunista militante) a la localidad de Saint-Arnould-en-Yvélines. Allí compraron, en 1951, el molino de Villeneuve, cuyos orígenes se remontan al siglo XVIII, que había pertenecido a los príncipes de Rohan. La construcción está a orillas del río Remarde, rodeada por un parque de cinco hectáreas en el que está enterrada Elsa. El novelista y poeta que había escrito algunas de las poesías más hermosos de este siglo en homenaje a su mujer adquirió el molino para que su amada, de origen ruso, tuviera como extranjera un refugio francés.

Se entra en el molino por la cocina cuyas paredes están recubiertas de mosaicos azules. Hay una pieza decorativa, también de cerámica, debido al diseño de Fernand Léger y dedicada a Elsa. En el salón biblioteca hay un piano que tocaba la autora. Las charlas tenían como bajo continuo el rumor del agua impulsada por la rueda del molino, que se encuentra en ese ambiente.

Es el mismo ruido que sorprende hoy a los visitantes de la casa. El escritorio de Aragon está tapizado de libros. Allí escribió La Semana Santa . En el corredor que lleva a los cuartos hay un calendario abierto sobre la página que marca el 16 de junio de 1970, día en que Elsa murió. El escritorio de la novelista está invadido por los objetos; la mayoría son recuerdos: retratos de su familia rusa, de su hermana Lili Brik, del poeta Maiakovski. El parque es obra de Elsa, que estudió horticultura para diseñarlo y que, además, le pidió consejos a la bella y aristocrática Louise de Vilmorin, la amante de Malraux. Después de la muerte de Elsa, Aragon fue a ese mismo parque, acompañado por el músico ruso Mstislav Rostropovitch, que tocó una serenata de Bach en su violonchelo en homenaje a la escritora.

Fuente:
Las casa de los escritores, simiente de un itinerario en Francia. La Nación

http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=206124

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